Desde hace unos meses, los vecinos de la localidad madrileña de Alcobendas pueden pedir pizzas a domicilio. Algo normal en cualquier ciudad mediana o grande, pero con una particularidad: en esta ocasión, la entrega la hace un vehículo autónomo, en concreto, un robot.

La firma Goggo Network ha comenzado a trabajar en la ciudad de Alcobendas (Madrid) con vehículos autónomos que hacen reparto de pizzas a domicilio sin presencia humana. Ofrecen servicio de distribución urbana de mercancías con vehículos 100% eléctricos y sin conductor.

De momento, sus clientes son empresas de comida rápida y supermercados, pero también han firmado contratos con firmas de moda, como Inditex.

Su vicepresidente de Tecnología y Expansión, Eduardo Uriarte, explica que “ya estamos operando en París, Zaragoza y, ahora, Alcobendas. La gente está empezando a normalizar la presencia de robots en la calle”.

El último proceso del recorrido es teleoperable, es decir, “hay una persona que lo teledirige, ya que el último punto no se puede mapear”. La idea de la compañía es equiparar el coste de un robot con el de un repartidor.

Según explica Uriarte, “hoy, un robot es capaz de hacer 11 pedidos al día. Un rider hace ocho de media, pero puede llegar a hacer 16”. En este sentido, el coste del servicio varía mucho. “En Estados Unidos, si se quiere que el repartidor suba a casa y haga la entrega en el mismo domicilio del cliente, se le cobra una tarifa adicional”.

Goggo Network, cuatro años en el mercado

Tal y como señala el representante de esta empresa, en lo que se refiere a vehículos autónomos, Europa siempre ha ido por detrás de Estados Unidos. “Hay que ir ciudad por ciudad, pidiendo permiso para invadir aceras, y respetar siempre la regulación municipal”.

El objetivo de la compañía es estar presente, en 2025, en las principales ciudades de Europa, para lo que han iniciado una nueva ronda de financiación, en la que las empresas interesadas pueden invertir en su proyecto.